Un drama miope reluce en serpenteantes manantiales de caricias perdidas,
no saben si vuelan por las olas del olvido que fluye bajo las profundidades.
Descalzandome me levanto del lecho de la soledad, y no camino, siento,
siento mis pies, la oscuridad, noto el polvo que respiro,
ignoro los sonidos de la calle.
Mezo los recuerdos desamparados, y suspiro tras suspiro los ordeno
dejando de lado la amargura, y abrazando los sueños que no se hacen realidad,
cada vez que soñé que tomé tu mano, que bebí deseos melosos,
o que surqué tu mirada en la mayor odisea de mi corazón.
Mezclo la realidad con mi realidad, y se difuminan las lineas marcadas,
se diluye la hiel en el licor de rosas que beben mis insensatos sentimientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario