Estoy roto, me asusto de una sombra que no existe proyectada por un gato que no está, en un recuerdo que olvidé, en un lugar en el que no estoy.
Y me pierdo, en una cama que no conozco en una casa que no es mía, en un sueño que no he tenido, en una noche que no he soñado, y busco una sombra que ilumina tras un sol que oscurece.
Escribo con palabras que no existen, en un libro que nadie lee, con una tinta que no mancha, y que borra lo que había escrito, que son poesías que no riman, de poetas que no han vivido, con metáforas que no tienen sentido.
¿La cama es de Belén?
ResponderEliminaruna pregunta un poco mierda la verdad
ResponderEliminarrealmente estas últimas entradas son escritura automática en su mayor parte, por eso son un poco locas
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