El aire muerto que emana mi nariz
no sale de los pulmones,
unas sangrientas damas
empujan fuera de mi ser lamentos inconfesables,
injusticias y paranoias.
no sale de los pulmones,
unas sangrientas damas
empujan fuera de mi ser lamentos inconfesables,
injusticias y paranoias.
Fe por las palabras ocultas tras el filtro árido,
tras la saliva y los gemidos del alma moribunda.
Madrugadas desveladas por la tenue luz
que derrama la luna anunciadora.
tras la saliva y los gemidos del alma moribunda.
Madrugadas desveladas por la tenue luz
que derrama la luna anunciadora.
Palabras presas salen descontroladas e hirientes,
abren yagas en las entrañas,
yagas que lloran.
abren yagas en las entrañas,
yagas que lloran.
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