Breve calor en el alma, crece desde el vientre, y llega hasta sus labios, mis labios, míos, porque me los entrega un instante, suyos, porque dejas de sentirte a ti mismo, ¿pero para qué? Para una despedida, para un adiós, para un hasta nunca, ¿para un hasta siempre? Me arrepentiré de no haber aprovechado cada instante, subir esta cuesta ha sido rápido, la he sufrido, pero por las incipientes vistas ha merecido la pena cada pequeño paso, quedarse sin saliva, con la boca seca, perder la noción del tiempo unos instantes.
Recordaré tus pequeños labios y tu forma de hablar,
recuerdo que eres tímida pero no al besar.
Me alivia que después de tanto tiempo alguien encuentre algo en mi, me alivia volver a sentir unos labios, me alivia volver a sentir.
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