Noches de no decir nada y nada sin decir en esa noche, horas al teléfono disfrutando de la sincera y pura amistad que una vez creí que fue amor, algún día me leerás y sabrás que es de ti de quien hablo, y recordarás que también fueron bonitos aquellos días. También recordé anoche la sensación de la sinceridad sin complejos, de la naturalidad en nuestras largas narraciones, ponernos al día de nuestras vidas así porque si, y planear vernos pronto en la medida de lo posible solo para vernos sin más, y regalarnos un abrazo. Muchas gracias porque sí, por ser.
Es divertido tener la boca seca por hablar durante cinco horas de madrugada...
Soy un pedazo de ñoño y odio las ñoñerías, y no me gusta odiar lo que hago pero es lo que siento y tengo que escribirlo, y como colecciono momentos pues ale, otro sentimiento a mi almacén, mi cloaca para compartir mis emociones sinceras sin miedo ni prejuicios. Al natural, como la sana amistad.
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