A veces hablo demasiado
las palabras quieren escapar
de este cuerpo su presidio
hechas voz son libertad.
Laudo dulces amargores
comprendo el tímido temblor
rompo en lágrimas de enebro
escucho el ronco tambor.
Soledades amenas
viajes al interior
palabras que no llenan
suenan luces de dolor.
Firmo pactos con la muerte
muy alto y claro me oirá
le diré que nunca venga tarde
la vejez y el olvido a mi no llegará.
Me hipnotizo con mentiras
mi mirada esquivará
podrá escapar a mis manos,
pero en mi mente durará.
Soledades risueñas
viajes del interior
palabras que no sientas
llueven luces de color.
No hay comentarios:
Publicar un comentario