Naces para morir, sueñas con la eternidad. Buscas inútilmente alguna forma de perdurar, y esa es tu única preocupación, ¿para qué más? Si de todo lo que hagas en esta vida sólo va a quedar un turbio fantasma, con suerte tu nombre en una placa, o en algún libro, quizás quede tu ADN en tu cadáver, o quizás te momificas o fosilizas, puedes conformarte con un vástago, pero parece que resulta casi cruel traer vida a un mundo avocado al sufrimiento y a la muerte.
Por eso ya no sabes si algo merece la pena en esta mierda de vida finita y ruin. Para qué luchar si todo esfuerzo es vano y para qué intentar cambiar un mundo que se aferra a la autodestrucción, y al olvido.
Mi miedo a olvidar es mi miedo a morir.
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