-Sería como si vivir fuese una continua pesadilla, no poder mover nada, parálisis total, ¿cómo distinguir entonces la realidad de un sueño, o de la muerte?-
Imaginas oír eso retumbando en tu cabeza mientras miran tu cuerpo y lo tocan cómo si no les vieses, impotente centras toda tu fuerza en intentar hacerte oír, articular palabra, mover los labios, incluso tragar saliva se convierte en tarea imposible, frustradas tus esperanzas intentas moverte, primero pruebas con el brazo más cercano a ellos, te das cuenta de que no lo sientes, ahora mismo tu cuerpo y tú sois dos partes diferenciadas, dudas incluso de estar vivo, algo normal dadas las circunstancias, además de que no paras de escuchar esas malditas palabras. Ahora empieza lo verdaderamente importante, ¿te rindes?¿aceptas tu muerte?¿o luchas? Te preguntas si merece la pena seguir viviendo. Hay algo que te salva, tu estúpida rebeldía, es esa rebeldía que no acepta nada, simplemente por ser algo que no has decidido, luchas, sin causas pero luchas, intentas morder, aunque no puedas separar los dientes, tú muerdes, gritas aunque no emitas sonidos, al menos evitas escuchar las putas voces en tu cabeza, intentas tensar el cuerpo del que careces, no sabes si los espasmos son reales o es tu mente que se agita dentro de tu cabeza intentando abandonar ese cuerpo miserable... Paras, intentas tomar aire para un último esfuerzo, es una sensación horrible intentar inhalar cuando no sientes los pulmones, no sientes aire, hasta ese momento no te habías dado cuenta de que se podía echar de menos sentir algo en el pecho, ahora no hay nada, está muerto, vacío y pesado. Al borde de la desesperación y con una inimaginable ansiedad, tu subconsciente decide salvarte, surge en ti una sensación, una última esperanza, quizás todo esto sea un sueño, dejas de preocuparte por moverte, toda tu voluntad se concentra en despertar.
Surges a ésta realidad como si salieses de la profundidad del océano tras horas en el fondo, tomas el control de tu cuerpo y respiras como si fuera la primera vez. Unas preguntas llegan ¿Sigues soñando?¿y si te hubieses rendido?
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