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martes, 28 de junio de 2016

Sueño en el mar

Harto de todo me monté en una barquita, y empecé a remar por el océano, hasta llegar a una isla que me resultaba familiar, ahí vivía alguien que quería, pero era temprano y estaría durmiendo, entonces dejé la barquita en el muelle y visité la isla para tocar simplemente una gran losa de piedra que en su tiempo formaba parte de un antiguo templo, decidí no aferrarme al paradisíaco lugar, marché, me dirigía a una isla que estaba enfrente pero que no había visto al llegar a la primera, parecía más árida y difícil de habitar, aunque había algo que me atraía de ella. La barquita se había alejado un poco porque no la habría atado bien, pero no era preocupante porque podía llegar en unas brazadas nadando. Entré en el agua, sumergí mi rostro y al abrir los ojos en el agua cristalina vi un pequeño tiburón, éste se percató de que estaba ahí tras mi intento de regresar asustado a tierra, caminando intentaba salir del agua pero ésta iba creciendo progresivamente, y me impedía salir. De algún modo logré llegar a la barquita, creo que dando un rodeo por unas rocas ligeramente sumergidas. Una vez subido en la barquita me hundía y cada vez veía más pequeños tiburones a mi alrededor, entonces empecé a remar más rápido para conseguir sacarla a flote y dirigirme a la isla de enfrente. Vi, desde el mar aún, que la isla de enfrente había sido habitada por alguien antes, o quizás aún quedaba alguien ahí... desperté.

martes, 21 de junio de 2016

En busca de la luna

"La noche más corta del año y la luna más deslumbrante que he visto en mi vida, la noche parece día, el viento azota los álamos, impone por su fuerza, el sonido me trae el recuerdo del mar, me suelto el pelo para que se lo lleve el viento, aspiro el aire fresco, miro de nuevo la luna, contengo un aullido."

Recuerdo de pequeño preguntarle a mi madre porqué nos perseguía la luna, me contestó que la luna no nos perseguía, que era tan grande y estaba tan lejos que por muy rápido que caminásemos la íbamos a ver en el mismo sitio, y por eso parece que nos sigue, yo no quedé muy convencido, pero me parecía lógico, ahora, que cada vez creo menos las cosas que parecen lógicas y razonables me doy cuenta, lejos de explicaciones científicas, cada uno persigue su luna, ella siempre está ahí, y cuando nos sentimos angustiados o solos, somos nosotros los que vamos en su busca, en ocasiones la encontramos, y otras veces nos quedamos solos contemplando la inmensidad del cielo, las estrellas o la vacía oscuridad. Hoy como tantas veces he salido una vez más a buscar la calma en la noche, he sido consciente, he llegado a esa reflexión.


lunes, 13 de junio de 2016

Y nunca y no sé y siempre y porque y a la mierda

No sé cómo me he atrevido,
no sé porqué lo he dicho,
no sé en qué momento,
no sé en qué suspiro,
pero bueno, ha sido.

No lo digas a nadie,
porque no sabré qué he dicho,
no me digas nada,
porque no te he escrito.

Y siempre me equivoco,
y siempre la pifio,
y siempre no te digo
lo que te he dicho.

Y nunca me lo creo,
y nunca más respiro,
jamás me lo recuerdes,
que yo ya no lo olvido.

domingo, 12 de junio de 2016

Soñar y morir

Naces para morir, sueñas con la eternidad. Buscas inútilmente alguna forma de perdurar, y esa es tu única preocupación, ¿para qué más? Si de todo lo que hagas en esta vida sólo va a quedar un turbio fantasma, con suerte tu nombre en una placa, o en algún libro, quizás quede tu ADN en tu cadáver, o quizás te momificas o fosilizas, puedes conformarte con un vástago, pero parece que resulta casi cruel traer vida a un mundo avocado al sufrimiento y a la muerte.

Por eso ya no sabes si algo merece la pena en esta mierda de vida finita y ruin. Para qué luchar si todo esfuerzo es vano y para qué intentar cambiar un mundo que se aferra a la autodestrucción, y al olvido.

Mi miedo a olvidar es mi miedo a morir.

lunes, 6 de junio de 2016

5/6/16

Adivina dónde estoy, donde te he escrito tantas veces, haciendo lo de siempre, mirando las estrellas, hoy se distinguen claramente porque no hay luna, incluso mientras te escribía esto al alzar brevemente la mirada he visto una estrella fugaz, y se ha perdido tras las nubes distantes del horizonte. Allá al sur veo Marte con su luz anaranjada, me recuerda tu pelo descolorido, y bueno, por ese motivo siento la necesidad imperiosa de escribirte como tantas veces sin esperar ninguna respuesta, no sabes cuantas veces me contengo después de ver muchachas con cariocas, tampoco sabes lo que me contengo cuando con cualquier estrella me viene al recuerdo el brillo mágico de tus ojitos. Cuando el frío me derrota cada vez que paseo sólo por la noche me contengo para no escribirte cada noche un dulces sueños.

domingo, 5 de junio de 2016

Kanashibari

-Sería como si vivir fuese una continua pesadilla, no poder mover nada, parálisis total, ¿cómo distinguir entonces la realidad de un sueño, o de la muerte?-

Imaginas oír eso retumbando en tu cabeza mientras miran tu cuerpo y lo tocan cómo si no les vieses, impotente centras toda tu fuerza en intentar hacerte oír, articular palabra, mover los labios, incluso tragar saliva se convierte en tarea imposible, frustradas tus esperanzas intentas moverte, primero pruebas con el brazo más cercano a ellos, te das cuenta de que no lo sientes, ahora mismo tu cuerpo y tú sois dos partes diferenciadas, dudas incluso de estar vivo, algo normal dadas las circunstancias, además de que no paras de escuchar esas malditas palabras. Ahora empieza lo verdaderamente importante, ¿te rindes?¿aceptas tu muerte?¿o luchas? Te preguntas si merece la pena seguir viviendo. Hay algo que te salva, tu estúpida rebeldía, es esa rebeldía que no acepta nada, simplemente por ser algo que no has decidido, luchas, sin causas pero luchas, intentas morder, aunque no puedas separar los dientes, tú muerdes, gritas aunque no emitas sonidos, al menos evitas escuchar las putas voces en tu cabeza, intentas tensar el cuerpo del que careces, no sabes si los espasmos son reales o es tu mente que se agita dentro de tu cabeza intentando abandonar ese cuerpo miserable... Paras, intentas tomar aire para un último esfuerzo, es una sensación horrible intentar inhalar cuando no sientes los pulmones, no sientes aire, hasta ese momento no te habías dado cuenta de que se podía echar de menos sentir algo en el pecho, ahora no hay nada, está muerto, vacío y pesado. Al borde de la desesperación y con una inimaginable ansiedad, tu subconsciente decide salvarte, surge en ti una sensación, una última esperanza, quizás todo esto sea un sueño, dejas de preocuparte por moverte, toda tu voluntad se concentra en despertar.

Surges a ésta realidad como si salieses de la profundidad del océano tras horas en el fondo, tomas el control de tu cuerpo y respiras como si fuera la primera vez. Unas preguntas llegan ¿Sigues soñando?¿y si te hubieses rendido?

viernes, 3 de junio de 2016

Mentiroso sinceramente

Antes en el título de este blog había algo escrito, ponía "aquí soy yo", y así era, así es y así seguiré siendo yo aquí, porque luego no soy honesto, porque el mundo me asusta, me veo rodeado de mentiras, y soy participe de ellas, vivo rodeado de mentiras piadosas, de silencio que otorgan, y así es la vida, la gran mentira.

En este lugar, mi lugar, cubro de finos velos las imágenes y pensamientos que rondan torpemente mi mente hastiada, pero todos esos pensamientos velados son verdad, y me parecería mentira que se dudase de ello, porque no hay otro lugar donde muestro mis miedos, mis sueños, mis locuras pasajeras, mi irracional existencia.

Y me falta decir putos nombres, y me falta hablar con quien en la realidad no puedo, esa realidad llena de tabúes, de mejillas sonrojadas, de incomodas sonrisas de lelo, palabras que se atascan, el pulso es firme al mentir y tartamudeamos cuando confesamos sentimientos oprimidos.

No puede hablar sobre mi quien no se molesta en conocerme, si no se molesta en separar mi verdad de mi mentira.

Esto como siempre no lleva a ninguna parte, no me sacará de nada, ni espero que sirva, pero bueno, con alguien, aunque sea con uno mismo, habrá que ser sincero.

jueves, 2 de junio de 2016

Donde encontrarme

No encontraré labios sinceros, ni tu altiva alma, la desmedida fuerza de tu espíritu, ni de nuevo tu rostro en un sueño. Tampoco me encontraré, ni mi triste mirada en un espejo empañado, ni mis pasos torpes, ni mis palabras vanas. Encontraré soledad, mi impotencia ante el inmenso vacío de mis entrañas, ecos silenciados por la ausencia y la miseria. No despierto porque no sueño, y no sueño porque mi mandíbula se tensa desde mi pecho y me impide respirar, y no pienso en ti ni en nada con claridad. Hace algún tiempo que muero desde mi mente hasta mi corazón, y que no recuerdo mis sueños por oscuros, por macabros, o por ausentes. Si tan siquiera pudiese soñar hoy contigo, podría encontrar unos labios aunque mentirosos, un alma falsa, o un anhelo, el anhelo de un rostro, el anhelo de alguien a quien amar, alguien a quien escribir, alguien que me inspire, alguien con quien soñar, un lugar donde descansar, donde poder agarrarme o donde poder llorar.