Me vuelvo a quedar a solas delante del teclado en una fría noche más, no sé con que autoridad me atrevo a dar consejos amorosos a mis amigos, y me siento aún peor cuando doy consejos a la persona a la que amo, lo peor, lo mas duro de ayudar a esa persona, ciertamente es decirle lo que realmente piensas que es mejor para ella, nunca, lo peor es que nunca le aconsejas pensando que alguna vez pueda llegar a ser tu pareja, deseas su felicidad ante todo y sabes que contigo no será feliz.
Soy una persona que aunque la gente crea que irradio luz, en mi interior me pierdo en cascadas de oscuridad que no sé donde acaban. Puedo hacer feliz a cualquiera, pero si muestro mi verdadero yo asusto y no sé cómo encontrar a alguien que sea capaz de amar mis profundidades si no me atrevo a mostrarlas.
Profundas y locas historias de amor se han desatado en mi mente, siniestras pesadillas es lo que he encontrado en la realidad, triste dulzura he regalado sin pensar en mi mismo, y ¿para qué? Para nada, siempre en vano me he torturado de forma incansable y he tenido que aprender a hacer algo bello con esas torturas infernales. Me he torturado pensando que nunca será correspondido lo que siento, me he atormentado pensando que descubrirás lo que siento por ti realmente, en todo su esplendor, y, que aún así, rechazarás sin excepción todo, lo rechazarás todo y te asustará la enormidad de mis sentimientos, te darás cuenta de todas las poesías que inspiraste en mi, te darás cuenta de que las canciones que te canté eran para ti, te darás cuenta quizás de lo que hay en mi interior y quizás, solo quizás te gustará, pero sé que ese quizás es tan remoto que no vale la pena intentarlo.
Suspiro mientras escribo, paro y pienso en todos esos amores no correspondidos. Soy una persona enamoradiza o al menos eso creo, y veo en el amor lo absurdo. Me siento absurdo cuando me enamoro, y es absurdo, me enamoro de forma absurda y a mis sentimientos no les veo una razón lógica, son sentimientos absurdos de alguien ilógico, hacia alguien de quien es absurdo enamorarse, aunque encuentre mil motivos, mil perfecciones sustentadas en sus mil imperfecciones que son el foco de mi locura y de mi desatada pasión, porque son sus imperfecciones las que me enamoran.
Macabra autocompadecencia, me recuerdo a mi mismo a las tres de la madrugada que lo que escribo no tiene ni pies ni cabeza, y pienso que para enviar una carta de amor o desamor a un puñetero concurso estoy poniendo mi alma oscura, desordenada e ilógica en una maldita bandeja, sigo escribiendo en la quietud de la noche y me entran ganas de borrar toda esta mierda y hacer algo que valga la pena, incluso me dan ganas de recomendar la carta de una amiga para que sea la ganadora, esa amiga es ella, la amiga a la que no sé porqué me sigo atreviendo a dar consejo.
Si aún estas leyendo esto, quiero que sepas que podría haber escrito una carta de amor o desamor usando las más bellas metáforas dignas de un maldito poeta del romanticismo, ¿pero qué gracia tiene eso? Ya está bien de soltar ochenta cursiladas sin sentido, intentemos valorar cuando alguien hace el esfuerzo de comprender lo que hay en su interior para sacarlo ya sea en forma de palabras, garabatos o música, y de esa forma muestra su alma con la mayor fidelidad posible, aprendamos a valorar la belleza de nuestros sentimientos sean como sean, encontremos la belleza de la tristeza, del desamor, del dolor. Yo aprendí a enamorarme de las profundidades azules y oscuras de un alma putrefacta, nunca supe lo que era amar hasta que me enamoré de la tristeza y la locura.
No puedo concluir unas declaraciones por naturaleza inconclusas, igual que no puedo escribir una carta de amor que no esté en verso, no puedo seguir escribiendo esto y pensar que nunca lo leerá la persona indicada, o que lo leerá y no se dará por aludida, espero que así sea.
Buenas noches lector desconocido.
La escribí hace un tiempo pero pensé que el 14 de Febrero sería un buen día para publicarla, ya está en Facebook pero la quería aquí. Ha sido premiada con el premio accésit para gente del pueblo, es algo pero esperaba más.
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