Blanco, azul, negro, rojo, sigo siendo un pobre vagabundo sin ojos, mendigo de sonrisas, cazador errante de complicidad, aunque sea una fugaz ilusión, aunque sea un vaivén de más de alguna ola moribunda, aunque sea el leve impulso que no merezco.
Atrapo mi ilusión en redes rotas, entre harapos sucios, entre rosas marchitas. Añoro siempre menos de lo que deseo, pero recuerdo menos, olvido el dolor, pero quedan las heridas.
Rojo, blanco, azul y negro, si alguna vez pudiera pedir un deseo, azul, el cielo, rojo, tus labios, blanco, mi mente, negro, el silencio.
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