Lamentando alegrías mordaces me rindo a las sonrisas cómplices y doy rienda suelta al azar y a lo inevitable. Salto desde una cumbre inventada, ruedo por las desnudas colinas de mi mente y me escondo en cualquier lugar del planeta si lo quiero reconocer. Sopla un viento modernista en Gran Vía, llueve azul día y noche sin nubes o sin cielo, cantas las ventanas siempre cerradas, duelen los oídos si te callas.
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