Citándome con Bequer esta noche me dispuse a buscar una historia de la creación, encontré al final del viejo libro el índice, lo miré, me quedé delante y acto seguido fui a buscar la página 27, ¿porqué esta página? Por nada, ahí no hallé la historia que buscaba, de hecho no existía esa página, estaba en blanco y ni siquiera estaba numerada, no venía en el índice, pero encontré lo que buscaba, encontré una página en blanco, encontré la historia de la creación más pura y verdadera que un hombre podrá jamás encontrar, algo en mi mente me hizo buscar la página número 27.
En ocasiones necesitamos páginas en blanco para crear de nuevo el mundo, necesitamos ser pequeños dioses, aunque nuestra creación sea un mundo imperfecto y absurdo, que pase eso no nos hace diferentes a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario