Diez días sin escribir, desde septiembre no he estado tanto tiempo sin hacerlo, pero es que últimamente no tengo nada que decir aquí, tanto tiempo sin sentir, tanto tiempo, necesito volver a beber de la voz de alguna musa susurrante, o quizá deba dejarme iluminar de nuevo por alguna solitaria y muda estrella que se agita con ligero temblor, abandonar a la deriva mi corazón por las calles de Granada, dejar que nade entre cerveza, quizás la niebla aclare mis ojos una noche traicionera, quizás encuentre a quien no deba entre mis sueños y me haga despertar gritando a la almohada sepulcral.
No debo seguir escribiendo sin nada que decir,
aunque esté diez días vagando en el silencio de mi mente,
colapsada de mis falsas fantasías de esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario