No sé si conoces esta sensación, la de salir en pleno invierno a la terraza, sin abrigarte, y sentirse increíblemente especial, saber que posiblemente en kilómetros eres la única persona que está ahí fuera contemplando de esa manera el cielo nocturno, viendo ese increíble azul de la noche estrellada, mientras la luna se oculta tras la montaña. Tampoco sé si estoy loco por necesitar hacer esto en ocasiones. No sé si conoces la extraña sensación de querer despedirte en persona de la luna, de querer decirle adiós. No sé si me conoces.
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