No paro de debatirme si te debo mandar esto o no, porque no sé si servirá de algo, o servirá para lo todo lo contrario de lo que a mí me gustaría. Porque creo que eres cómo un gato negro, y por mi experiencia con los gatos, son fáciles de asustar, y hacen bien en desconfiar, aunque yo sólo los quiero abrazar. Joder, vaya mierda de rima involuntaria.
viernes, 20 de diciembre de 2024
Carta para la gata negra
Empiezo a escribir para saber cómo me siento, he vuelto a sentir con la misma intensidad que hace diez años, pero no todo lo que quería, no en tiempo, sino en el abanico de emociones, porque parece que van ganando las que yo no quería. ¿Qué he hecho?¿En qué la he cagado? No me importa perder algo, por desgracia he aprendido a aceptarlo, lo que no soporto, es no comprender, ¿O acaso me niego a ver lo que he hecho mal? Puede que sea porque soy un pesado, porque estoy gordo, porque no puede dar en el momento adecuado... Sólo querría salir de dudas, porque odio no saber lo que quiero saber. Odio abandonar sin una razón, no conseguir lo que quiero sin saber ni siquiera cómo llegar a tenerlo. ¿Qué he hecho mal? ¿Porqué pierdo el tiempo cuándo creo que lo estoy ganando? ¿Porqué me mareas si no quieres marearme? ¿Para que no lo confundamos con mariposas en el estómago? ¿Porqué no podemos ni siquiera ser amigos? Quizás de verdad estés tan ocupada cómo me decías, pero por dios, nunca conocí a nadie tan ocupado.
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