lunes, 11 de noviembre de 2019
Pseudolocura
Piezas de mi alma, hecha añicos en incomprensible añoranza, en olvido imperecedero, de instantes fugaces. Desalentado agonizo más allá de lo físico, me preparo para un viaje que no llega, y que todo lo cambiaría. Más allá del país de los cimerios hay una caverna muy oscura, en ella mi alma pretende quedarse dormida, de la grieta de una roca brota un arroyo de lágrimas de profano olvido, y en una incesante secuencia de luces parpadeantes, convulsionan imágenes adornadas, quizás por la nostalgia. Mientras tanto, me conmueve lo cotidiano, sólo sobrevivo, porque vivir me está matando.
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