Yo siempre he sido un simple mensajero, he entregado mis mensajes sin falta, he corrido como el viento sí ha hecho falta, mis mensajes han llegado por igual a pobres y a reyes, en la casa de ambos he entrado, sin importar la hora, sin importar el día. Ni un sólo día falté a mi trabajo, algunos me llevaban tiempo esperando, otros no me creyeron, pero nunca me fui sin dar mi mensaje. Mi mensaje siempre fue el mismo para todos, aunque a algunos les llegase por sorpresa, o aunque no me escuchasen, no cambié ni una sola letra. Hoy quiero decirte algo más, no esperes sentado a que llegue, yo te encontraré dónde estés, tampoco trates de huir, porque el mensaje llegará estés o no estés preparado. Te daré mi mano con una sonrisa, devuélvemela, porque como ya te he dicho, yo sólo soy un simple mensajero