Esto puede resultar algo absurdo pero tengo que escribirlo, no puede quedar en el olvido.
Como si fuera una película de los ochenta observaba yo una escena muy fotográfica, dos mujeres, una junto a la otra, la de la derecha con el torso descubierto de espaldas como se fuera Gala, la musa de Dalí, y a la izquierda una pintoresca el señora se quitaba frente a mi el top, dejando sus pechos al descubierto pero ausentes de erotismo, acto seguido la de la derecha se gira y levanta el brazo para mostrar una axila tupida y con numerosos rizos.
Cambio de escena, esta vez soy yo el que graba, un largo pasillo, el actor sale de una puerta a mi izquierda y anda hacia mi mientras yo mantengo el encuadre y retrocedo, giro varias esquinas en las que cambia la iluminación y el ambiente, tropiezo y se me desestabiliza la cámara, hay que repetir pero en los sucesivos intentos no paran de interrumpirme.
Esta escena la protagonizo yo, me encuentro en una pequeña plaza como la entrada del conservatorio, hay varios cajeros automáticos en los laterales, intento sacar dinero de uno, pero no me da el dinero y me aparece un chiste en pantalla burlándose de mi, me giro y aparece una conocida de Jun detrás de mi, nos saludamos, dos besos, algo torpes, cosa que me incomoda, acto seguido me dice que me tiene que contar algo importante, pero empiezan a aparecer atores nefastos haciendo imitaciones horribles, y se interponen entre nosotros no dejándola hablar. Me quedo con la duda.
Ahora viene una de las partes más absurdas y terroríficas, una rana de un verde intenso nada en un agua cristalina, la cámara, está al nivel del agua y alterna entre estar sumergida y en el exterior, siguiendo de frente a la rana que nada grácilmente. La rana se pliega sobre si misma hacia fuera, dándole la vuelta a su piel, a la vez que crece y se transforma en una especie de dragón marino colorido, verde, rojo, azul y amarillo intensos, instantáneamente reduce su tamaño y se transforma en un ave colorida también y bastante delgada y poco elegante, este ave entra en mi habitación por la ventana, escucho mi voz comentando las imágenes que está viendo como si fuese un extravagante documental, y comento que, entre otras formas como la de dragón, los espíritus o demonios, pueden transformarse de muchas maneras y ser parásitos de nuestra energía vital, consciente de esto y de que acababa de ver como entraba en mi cuarto y desaparecía, despierto y veo frente a mi la cara de una terrorífica mujer, que parece llevar mucho muerta y estar algo momificada, pero sus ojos estaban intactos. Entonces despierto realmente en una parálisis del sueño, y lucho por despertar del todo, y lo consigo escuchando el estruendo de una procesión que inaugura el Corpus en Granada.
Curiosamente no desperté asustado. Sé que hubo más pequeños sueños antes de estos, pero sin importancia, ni contenido.
Sábado, 10 de junio, 2017
